El Arte del toreo a caballo

Sin duda alguna, en el toreo a caballo se entremezclan muchas variedades interpretativas, diría que tantas como en el toreo a pie, pues cada uno comienza buscando y enseñando a sus cabalgaduras, con arreglo a sus formas de sentir el arte del toreo ecuestre.
Considero que nunca se ha obligado tanto a los caballos, el más difícil todavía de torear en terrenos comprometidísimos, como lo están consiguiendo los rejoneadores actuales de los cuales me permito citar a algunos de ellos, Joao Maura, Javier Buendía, Fermín Bohorquez (hijo), Pablo Hermoso de Mendoza, Andy Cartajena, Leonardo Hernandez, y otras tantas promesas que sería largo mencionar.
El rejoneo o arte ecuestre es mucho más que "caballos al toro". Doma y elegancia en la montura, gran conocimiento de los terrenos, valor contenido, control del caballo y toro, arrojo y sobre todo torería se necesitan para subirse a un caballo y ponerse delante de un toro y torear. Torear a caballo es la máxima expresión y el objetivo primordial del rejoneador, para torear a caballo se precisan dos elementos fundamentales además del toro, que caballo y caballero sean toreros. Cuando el aficionado vislumbra, ve, intuye una muleta o un capote imaginario entre la conjunción de jinete y montura y el toro, es cuando podemos disfrutar de ver torear a caballo